Rose

Rose: Amor... ¿Ha estado alguna vez enamorado?

Deseo: En cierta manera.

Rose: Horrible, ¿verdad?

Deseo: ¿En qué modo?

Rose: Te hace tan vulnerable. Abre tu pecho y tu corazón y alguien puede entrar en ti y destrozarte. Levantas tus defensas. Construyes toda una armadura, durante años, para que no te hagan daño, y una persona estúpida, idéntica a cualquier otra, entra en tu estúpida vida...

Les das un pedacito de ti. No te lo piden. Hacen algo estúpido un día, te besan o te sonríen, y entonces tu vida ya no es tuya.

El amor te hace rehén. Entra en ti. Te devora y te deja llorando en la oscuridad, y una frase como "seguiremos siendo amigos" o "muy perspicaz" se convierte en una astilla de cristal que te atraviesa el corazón.

Deseo: Que pintoresco.

Rose: Duele. No sólo en la imaginación. No sólo en la mente. Duele el alma, el cuerpo, es un dolor interior que te desgarra y es real. Nada debería poder hacer eso. Y menos el amor.

Odio el amor.

Deseo: Nieta, creo que te prefería cuando te quejabas estoicamente de no sentir nada.

Rose: ¿Por qué... Por qué le cuento esto? ¿Quién es...?